martes, 14 de agosto de 2012

Capítulo 21: (14/08/12) Lo que tenemos en casa....


Un avión de aeromodelismo de dos metros sobrevuela el Campo de Gibraltar. Un cielo sin barreras le permite cruzar la frontera que separa La Línea de la colonia inglesa. Al alcanzar altura desprende una bolsa con un misterioso polvo blanco sobre el cielo. El avión sigue su rumbo. Los pilotos que lo manejan por control remoto muestran su júbilo con gritos y aclamaciones. Todo ha sido grabado en vídeo. La única persona que aparece en las imágenes es Cegiz Yalzin El Turco. Los demás son voces sin rostro. 
El pasado miércoles 1 de agosto, El Turco fue detenido y acusado de pertenecer a una célula de terrorismo islámico. En su casa de La Línea de la Concepción (Cádiz) fueron incautados tres aviones similares al que aparece en la filmación. Además de un tarro con unos 100 gramos de una sustancia que está siendo analizada por la Policía. Sus otros dos compinches habían huido el día anterior a Francia. Pero la Policía les cortó el paso, de madrugada, en la estación de servicio de Almuradiel (Ciudad Real). Al ser detenidos dijeron llamarse Ahmad Avar y Mohamed Adamov. En realidad eran Eldar Magemedov y Mohamed Ankari Adamov, dos ciudadanos rusos de origen checheno señalados por los servicios de Inteligencia de Occidente como peligrosos terroristas islámicos. 
Magemedov, que también utiliza el alias de Muslim Dost, perteneció a las unidades especiales del ejército de la antigua URSS y de Kazajstán. Cuenta, por tanto, con formación en el manejo de explosivos, técnicas de guerrilla y lucha subversiva. Tuvo que abandonar Rusia por la ofensiva dirigida por Putin contra los independentistas de Chechenia. En 2010 apareció en Wazaristán, una región montañosa del noroeste de Pakistán, frontera con Afganistán, donde Al Qaeda cuenta con campos de entrenamiento. Concretamente, Magemedov habría pertenecido al grupo islamista Tarik e Taliban. 
Se sospecha que cuando Magemedov abandonó la guerra de Afganistán, recibió la orden de Al Qaeda de trasladarse a Europa, permanecer oculto y esperar instrucciones. Su acompañante, Muhamed Ankari, compinche y fiel escudero, sería el principal apoyo para sus acciones. 
La policía española contaba desde mayo con un informe de la inteligencia francesa donde alertaban de la inminente llegada a España de dos ciudadanos rusos con la finalidad de adquirir explosivos. Una conversación telefónica intervenida les había delatado: «En España es más fácil conseguirlos [explosivos]». 
Los dos rusos/chechenos entraron el 20 de mayo. Fueron localizados en La Línea cuando tomaron contacto con El Turco, empleado en la constructora gibraltareña Profield Contractors, casado con una marroquí y padre de dos hijos. Esta empresa realizaba contratos con el Gobierno del Peñón y Yalzin, ingeniero de profesión, contaba con más de 30 trabajadores a sus órdenes. Él estaba siendo vigilado, desde hace meses, por la Brigada de Información de Cádiz. Su comportamiento era más que extraño: pertenecía a la comunidad más integrista de la Línea y utilizaba documentación de su hermano para pasar a Gibraltar (donde trabajaba) y regresar a España donde viven su mujer (también musulmana pero de origen marroquí y sus dos hijos) porque «tiene prohibida su entrada en el espacio Schengen». 
Gibraltar es una zona caliente para los servicios de Inteligencia de todo el mundo. Por eso todas las alarmas saltaron cuando aparecieron los caucásicos por La Línea. El turco Yalzín «sufragó sus gastos de viaje y estancia en España». Él ha declarado que conoció «a sus amigos rusos» hace unos años en Turquía y que habían venido a España a solicitar asilo por su condición de independentistas chechenos. Pero ninguno de los dos llegó a formalizar ninguna petición de asilo. 
Lo que acabó por encender todas las señales de emergencia fueron las actividades que realizaron juntos. Se apuntaron a unos cursos de vuelo sin motor y parapente (ala delta) con una obsesión enfermiza que transmitían a sus instructores de vuelo: sobrevolar tanto Gibraltar, como La Línea, Algeciras… Toda la costa hasta llegar a Cádiz. El instructor de parapente declaró en la Audiencia Nacional que El Turco le había propuesto realizar fotos aéreas de centros comerciales en Algeciras y Gibraltar. Según fuentes de la investigación: «Al igual que los terroristas del 11-S en Estados Unidos se apuntaron a las academias de vuelo antes de cometer sus atentados, posiblemente estos estarían perfeccionando una actividad para futuras acciones terroristas desde las alturas». 
¿Y qué tipo de atentado estarían planeando? Además de las clases de vuelo sin motor, están las imágenes del vídeo con el avión que lanza desde las alturas unas bolsas: una especie de bombardeo a pequeña escala teledirigido. Se ve también a Yalcín congratulándose de su acción y se escuchan otras voces felices. 
El juez Pablo Ruz ha solicitado una pericial para confirmar, o no, si se trata de la voz de los rusos. Fuentes de la investigación afirman que se cuenta también con un informe de la Inteligencia americana donde especulan con la posibilidad de que los cursos de vuelo sin motor, los aviones teledirigidos y la experiencia de Eldar Magomedov con armas biológicas podrían tener como objetivo utilizar esos medios para realizar un bombardeo de sustancias químicas o de veneno. La Policía ha negado que se haya localizado alguna sustancia de estas características en los registros efectuados. 
Aunque se ha barajado la posibilidad de una acción en Gibraltar coincidiendo con los JJOO, los expertos en terrorismo lo descartan dado el grado inicial de preparación que tenían los detenidos. Un abogado experto en la defensa de terroristas islámicos señala otra posible clave: «Lo lógico es que estuvieran planeando una acción de aquí a varios meses. Y en noviembre, los días 16 y 17, tendrá lugar en Cádiz la celebración de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, con la presencia, entre otros, del rey. Interior lo niega.
Y aqui seguimos cambiándoles el menú, pagando escasos 1.500 euros al mes a los integrantes de la Brigada de Información de la policía por jugarse literalmente la vida y a 5.000 Kilómetros pagamos 7.500 euros al mes (5.500 libres de cotización) a administrativos que parece que están muy ocupados cazando moscas. O por mucho más al mes (casi el doble) para estar todo el día reunidos,eso sí, con tiempo para hacer turismo.






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